jueves, 16 de abril de 2020

Certeza N° 5


CRISTO EL SEÑOR DEL EVANGELIO ETERNO, DE LA VIDA Y DE LA VIDA ETERNA.

“No temáis, porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: que os ha
           nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador que es CRISTO EL SEÑOR”. 
Lucas 2:10. (V).

    Todos sabemos que este es un texto bíblico que se lee y se tiene presente para dar sentido y solemnidad a la hermosa fiesta familiar de la Navidad, que ocurre una semana antes de la llegada del Año Nuevo; y éste, a la vez, es fiesta de la cronología de nuestra Era Cristiana que, a estas alturas del paso de los siglos, es ya válidamente universal: porque todo el mundo está en el año 2020. Convendremos, eso sí, que hemos profanado por la sola costumbre de los Regalos Navideños, este punto histórico más sagrado, sublime y profundo de la más grande y única Filosofía realmente liberadora de incertidumbres y dignificadora de nuestra existencia humana.

   Hemos estado destacando últimamente la Serie: “RADIO PELOM (Luz, Claridad) 107.1 FM, proclama Certeza de vida eterna en Cristo el Señor. Hoy, por la gracia de Dios, queremos aclarar el por qué este anuncio tan conmovedor y único proclama que hay vida eterna para el creyente y que ésta descansa y se afirma en Cristo el Señor; lo que, por supuesto, hace necesario saber Quién es Cristo el Señor, desde cuándo tiene ese Nombre, quién se lo dio y por qué ese Nombre es válido y necesario hoy creer en Él para ser salvo y alcanzar la vida eterna aquí para el otro mundo que viene después de éste. Un incrédulo y ateo dijo: “Creo que cuando muera, me pudriré; y que nada de mi ego sobrevivirá”. Siendo él un reconocido filósofo y científico, no dijo: “sé y estoy seguro que cuando muera me pudriré”; sino que dijo: “Creo”, o sea, él es no más que un creyente de signo negativo; en cambio, yo, cristiano evangélico, “Creo que cuando muera, me iré al Cielo, a la vida eterna donde está Cristo mi Salvador”, por tanto, soy creyente de signo positivo. El filósofo ateo cree que no hay otra vida, yo creo que hay otra vida; pero evidentemente, un no creyente y un creyente sobre esta materia, están pisando exactamente el mismo terreno de la sola “Creencia”.
 
 De ahí la necesidad y la importancia de saber Quién es Cristo el Señor, quién y cuándo lo presentó con ese Nombre, y por qué ese Nombre es válido y necesario hoy creer en Él para ser salvo y alcanzar la vida eterna aquí y ahora, para el otro mundo que viene después de éste.

   Fue un Ángel el que dijo: “No temáis” a unos espantados nocheros cuidadores de sus rebaños, ante el resplandor de ese ser. Un “ser personal” real, visible, venido de otro mundo. Que habla, identifica, comunica: “os doy nuevas de gran gozo” que supera todo miedo, dado por un ángel de Dios, al nacer; válido para todos los pueblos: la gran noticia “os ha nacido hoy” para Uds.; y les señala un lugar conocido por ellos: “en la ciudad de David”, o sea, en Belén de Judea; les dice Quién ha nacido: “Un Salvador” cuyo Nombre es “Cristo el Señor”. He ahí el origen de este Nombre, dado por un Ángel de Dios.

   Y pensar que nuestra gente –de académicos al vulgo- todavía se pregunta si será posible otro mundo habitado por seres personales semejantes a nosotros y en otra fase de la existencia consciente. Duda absurda, porque se pasa por alto el significado profundo en filosofía y sentido de la historia universal, lo que es verdaderamente esta fiesta solemne de la Navidad, en que cada año se nos recuerda –y ya son 2020 años- que “por la entrañable misericordia de nuestro Dios, con que nos visitó desde lo alto la aurora” (Lc.1:78); ya vino desde lo alto del mundo real de la eternidad, y con aclamación y proclamación de ángeles, nació  en un lugar de este Planeta: “Un Salvador que es Cristo el Señor”. Si no hemos evitado nacer como somos: “seres bípedos y personales” en este admirable mundo real que habitamos, ¿Podremos evitar que exista otro mundo habitado por ángeles y que es el centro del Universo donde está Dios y de donde vino Cristo el Señor? Ciertamente que no. / Hoy como género humano, hemos perdido el gozo de la vida porque hay miedo universal, por las muertes en aumento de la pandemia coronavirus. Escuchemos ahora el “No temáis” de Cristo.  Porque Él es el Señor del Evangelio Eterno, Señor de esta vida y de la vida eterna. Tómalo como el que es: tu Salvador. Cree en Él, adóralo, dale gracias. / Dios te bendiga y te guarde.

         Gracias por su amable atención. Sergio Liempi Marín
www.radiopelom.cl

No hay comentarios: