jueves, 23 de abril de 2020

En memoria de don Sergio Onofre Jarpa


    
     SEÑOR DIRECTOR.
 Don Sergio Onofre Jarpa Fundador de RN y rearticulador de la democracia en Chile. Entre otras, es ilustrativa su anécdota con los comunistas, aquella en que éstos al final de las entrevistas, le decían: Sifre - Onofre. En una de esas habría perdido la paciencia y les dijo: “¡Esta es pelea de perros grandes y no de kiltros!”.

En efecto, eran tiempos de pelea filosófíca y política entre Estado de Derecho y Estado Totalitario. ¿Quiénes serían algo como perros grandes en esta pelea? Supongo, respecto a la línea histórica de la Civilización Occidental: Lutero en 1517 por el Estado de Derecho y Marx en 1848 por el Estado Totalitario. Vamos de lo anecdótico a lo serio.

Lutero con sus 95 tesis, plantea derechos de libertad así como obediencia a una Autoridad Suprema contenida en un libro –La Biblia- y a la que ha de ajustarse la comunidad cristiana. Este ideal moral de convivencia ordenada, repercute en su forma política entre el protestantismo de EE. UU. en 1776, acentuando ciertos derechos inalienables dados por el Creador y establecidos en otro libro –La Constitución del Estado de Derecho- disponible para todo ciudadano. Ideal acogido por Francia en 1789 fundando la República. Le sigue el movimiento emancipador latinoamericano. Chile en 1810.

Marx con su Manifiesto Comunista, desata la Revolución Rusa con sus millones de muertos. Causa la Guerra Fría Capitalismo-Comunismo. Pierde. Se desmorona el Muro de Berlín 1989 y se disuelve la Unión Soviética en 1991. Indudablemente, el bien común de las naciones radica en hombres que saben distinguir entre lo grande y lo pequeño en la lucha por la vida. Ellos descansan en paz.

           Sergio Liempi Marín. ExConcejal RN.

lunes, 20 de abril de 2020

¿SOMOS LOS SERES HUMANOS LOS ÚNICOS HABITANTES DEL UNIVERSO?


 Esta es una pregunta tan absurda y disparatada para el periodista Fernando Villegas como aquella: ¿De qué color es el caballo blanco de Napoleón? Se la escuché en su canal informativo (18.4). Luego, él procede a hacer una exhaustiva descripción de la inmensidad del universo con sus millones de galaxias en las que puede haber una cantidad no menor de otros tantos sistemas solares similares al que habitamos nosotros: nuestro planeta Tierra. En consecuencia, lógicamente entre esos tantos sistemas en medio de tanta inmensidad –dice él- debe haber también otros seres con vida inteligente. Y una de las pruebas de ello sería de que desde 1947 hasta fechas recientes, se empezó a hablar de avistamientos de platillos voladores u OVNIS, objetos voladores no identificados. Pero éstos generalmente atribuibles a instrumentos exploratorios secretos de potencias como EE. UU. o Rusia.

jueves, 16 de abril de 2020

Certeza N° 5


CRISTO EL SEÑOR DEL EVANGELIO ETERNO, DE LA VIDA Y DE LA VIDA ETERNA.

“No temáis, porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: que os ha
           nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador que es CRISTO EL SEÑOR”. 
Lucas 2:10. (V).

    Todos sabemos que este es un texto bíblico que se lee y se tiene presente para dar sentido y solemnidad a la hermosa fiesta familiar de la Navidad, que ocurre una semana antes de la llegada del Año Nuevo; y éste, a la vez, es fiesta de la cronología de nuestra Era Cristiana que, a estas alturas del paso de los siglos, es ya válidamente universal: porque todo el mundo está en el año 2020. Convendremos, eso sí, que hemos profanado por la sola costumbre de los Regalos Navideños, este punto histórico más sagrado, sublime y profundo de la más grande y única Filosofía realmente liberadora de incertidumbres y dignificadora de nuestra existencia humana.

miércoles, 1 de abril de 2020

Parte IV. RADIO PELOM, PROCLAMA “CERTEZA DE VIDA ETERNA” EN CRISTO JESÚS.


                 “Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis
                   la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí; y no queréis venir
                   a mí para que tengáis vida” Jn. 5:39,40.  (IV).

Las frecuentes discusiones de los teólogos europeos y norteamericanos sobre revisiones y significado de la historicidad respecto al contenido de la Biblia o Sagradas Escrituras del judeo-cristianismo, y otros tantos temas del ser y saber del género humano que se remiten a ésta. Sucede que últimamente, entre otros, uno de ellos ha planteado que, en el fondo, la mejor comprensión de su contenido debería ser considerada de conformidad a un orden cronológico en tanto proceso gradual de la Revelación –esa libre voluntad del Creador- de darse a conocer a Su criatura humana.

Según Karl Barth, Teólogo de la Universidad de Basilea, Suiza, siglo XX, plantea que tal orden es: Jesucristo – Biblia – Iglesia. Ello, porque Jesucristo es Supremo a todas las Escrituras Reveladas; y, esto, en plena concordancia con Lutero, quien dijo: “Toda la Biblia de principio a fin, trata de Cristo”. La Biblia, en segundo lugar, porque es el fidedigno registro escrito de la Palabra de Dios en cuanto inspirada por Él a “Moisés, los profetas y los salmos” (Lc.24:44). Tercero, la Iglesia, fundada por Jesucristo (Mt.16:18) que es la comunidad cristiana local que asume reverente y pedagógicamente la transmisión de la Palabra de Dios a creyentes y a cuantos quieran creer. O sea, se sostiene y se presenta aquí la unidad lógica del proceso progresivo de la Revelación histórica de Dios al mundo.

Parte III. PROCLAMANDO “CERTEZA DE VIDA ETERNA” EN CRISTO EL SEÑOR.


          Cristo el Señor dijo: “Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, 
                                                     y a Jesucristo, a quien has enviado”. Jn. 17:3. (III).

     Para el cristianismo bíblico, la fe se encuentra estrechamente articulada con el conocimiento. Y el Señor Jesucristo, al llegar al final de su Ministerio, y siendo “la vida eterna” el propósito Divino central del Plan de Salvación por el que Él vino a este mundo; entonces, era el momento de explicar cómo se adquiere y  cómo ésta puede establecer absolutamente el sentido superior de la existencia humana. Existencia y vida nuestra, instalada como estamos en medio del transcurrir del tiempo inexorable, el cual nos lleva –querámoslo o no- al natural proceso de la vida aquí: nacimiento, crecimiento, desarrollo, reproducción y muerte de todas las especies, por supuesto, principalmente la nuestra.
   Entonces, surge la pregunta común a toda la humanidad: ¿Qué hay después de esta vida? Es el punto de partida de todas las religiones, aunque diferentes unas de otras, sin embargo, “por debajo de esas diferencias, corre inconfundible la unidad de la religión natural”, resultado ésta de la constante percepción de Dios; según observaciones objetivas de las ciencias de la cultura.
   Claro está que, en nuestro tiempo, hace rato que la religión perdió importancia y valor intelectual. Los medios de comunicación, las instituciones culturales, los intereses políticos y otros, en la modernidad; han desviado el sentido de la vida humana hacia la diversión, recreación, múltiples entretenciones, libertinajes, identidad de género, revoluciones etc. Pero ha sido recién, desde el inicio del presente año 2020, que explotó la pandemia coronavirus, cual si fuera una potente Bomba Atómica estallada allá en la lejana China y cuyos efectos en breve tiempo, comenzó a extenderse y expandirse a todas las naciones de todos los continentes.

Parte II. PROCLAMANDO “CERTEZA DE VIDA ETERNA”, EN CRISTO EL SEÑOR.


        El Señor dijo: Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”. Jn. 3:14, 15. (II).

   Después de su Resurrección el Señor Jesús dijo a sus discípulos: “era necesario que se cumpliese todo lo que está escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos” Lc. 24:44. Y este suceso histórico que el Señor cita en esta ocasión aplicándoselo a Sí mismo,  se encuentra en el cuarto libro escrito por Moisés, esto es, Números 21: 9: “Y Moisés hizo una serpiente de bronce, y la puso sobre una asta; y cuando alguna serpiente mordía a alguno, miraba a la serpiente de bronce, y vivía”. Esto ocurrió como castigo al pueblo de Israel porque murmuró contra Dios y Moisés, motivo por el cual “Jehová envió entre el pueblo serpientes ardientes, que mordían al pueblo; y murió mucho pueblo de Israel” vr. 6. Esta dura lección de aprendizaje sobre la necesaria obediencia a Dios, mientras este pueblo iba en marcha hacia Canaán, la Tierra Prometida; marcha que no era proyecto de Moisés, sino Plan y cumplimiento de una Promesa de Dios hecha a Abraham (Gn.1:1-3).

Pero al castigo Divino, le sigue también la compasión y misericordia, cuando viene el arrepentimiento y se pide perdón: “Entonces el pueblo vino a Moisés y dijo: Hemos pecado por haber hablado contra Jehová, y contra ti; ruega a Jehová que quite de nosotros estas serpientes. Y Moisés oró por el pueblo” vr. 7. La respuesta de Dios a esa oración fue: “Hazte una serpiente ardiente, y ponla sobre una asta; y cualquiera que fuere mordido y mirare a ella, vivirá” vr.8. Bien claro, esta fue una solución expresa de Dios para una contingencia específica frente a una realidad específica. Cumplida su finalidad, aquella virtud sanadora y restauradora simbolizada en aquella figura de una serpiente de bronce, esa virtud desapareció. Ya no era útil para nada. Además, ya estaba el mandamiento: “No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que está arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra” Ex. 20:4.

En tiempos de Corona virus... Certeza de Vida Eterna en “Cristo el Señor”. (Parte I)



 Cristo el Señor, dijo: “De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra y cree al que me envió, tiene
           vida eterna; y no vendrá a condenación, más ha pasado de muerte a vida”. Jn. 5:24. (I).

     Cristo el Señor, les estaba hablando a personas que estaban ahí, que lo estaban escuchando atentos, viéndolo, todos plenamente conscientes a lo que Jesús hablaba y enseñaba. Sin duda, muchos y a lo mejor todos, deben haber sentido y pensado de que Él -aquí, en este momento- estaba diciendo algo extraño, contradictorio, cuando dijo: “más ha pasado de muerte a vida”. Porque todos ellos -como dijimos- estaban en vida como nosotros, y no en estado de muerte física.

    Entonces, el Señor Jesús está hablando aquí de otra clase de muerte, de la muerte espiritual, de aquella muerte en que cayeron Adán y Eva, nuestros primeros padres, cuando Satanás los engañó, allá en el huerto de Edén diciendo que: no morirían al comer del fruto prohibido por el Creador. Porque originalmente, Adán y Eva, hablaban con Dios, caminaban con Dios, eran plenamente felices en esa comunión familiar de hijos del Padre Eterno, viviendo y disfrutando del permanente Amor del Creador; no sabían de fe, ni de esperanzas, como nosotros hoy. Eran seres íntegros, perfectos, plenos. Pero fatalmente desobedecieron aquella prohibición que medía su capacidad individual para  cumplir por sí y ante sí un mandato de Dios, de tan fácil entendimiento como la clara prohibición de que: “el día que de él comieres, ciertamente morirás” (Gn.2:17). El entendimiento de la advertencia es claro y la consecuencia de la posible desobediencia, también es clara. Es decir, aparece aquí la cuestión de mérito o culpa de los actos personales, cuestión de la libertad en el marco del conocimiento específico y del dominio propio.