domingo, 28 de junio de 2020

¿POR QUÉ EL EVANGELIO CUÁDRUPLE?

     Por cuatro razones: teológicas, históricas, cronológicas, psicológicas o de orientación masiva.

1.- Porque son cuatro hombres íntegros: Mateo, Marcos, Lucas y Juan, quienes registran y documentan por escrito el hecho histórico supremo y único de Jesucristo -Verdadero Hombre y Verdadero Dios- que estuvo en este mundo durante un tiempo concreto y entre gente de culturas desarrolladas concretas; esto es, el siglo I d.C.; por lo mismo, es el fundador de la Era Cristiana, cronología (siglo XXI, año 2020) hoy ya universal, transferida a todo el mundo desde la civilización occidental.

    Mateo y Juan como discípulos directos, son testigos oculares de las palabras reveladoras y señales portentosas de Jesús “que se dice el Cristo” o Mesías. (Mt.27:17).

   Marcos y Lucas –entre los 120 y más de 500 hermanos juntos- son testigos oculares que vieron y oyeron a Jesús Resucitado, ya que durante 40 días estuvo “apareciéndoseles” a los 12 Apóstoles y “hablándoles del reino de Dios”, confirmándoles así Su identidad Personal real e indubitable. Es más. Vieron su Ascensión al cielo y cómo lo cubrió una nube; y, mientras asombrados miraban aquello, vieron que aparecieron dos ángeles y oyeron que dijeron: “Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo” (Hch.1:1-11; 1 Cor.15:6; Dn.7:13).

   Fe es creer, creer es conocer, conocer es confiar y confiar es confesar. El cristianismo bíblico viene de una pléyade de mártires por confesar su fe en el Cristo Resucitado y Eterno, superior a César; martirios causados por filósofos, religiosos y políticos supersticiosos y fanáticos hasta el siglo IV, con Constantino; y después, ¿martirizados por una Santa Inquisición contra supuestos herejes por leer la Biblia, hasta el siglo XX, 1965 (derogada ahora Concilio Vaticano II)?  ¿Qué del ateísmo militante politizado y cientificista hoy, ante el cristianismo?

2.- Porque estos cuatro historiadores relatan –desde distintos puntos de vista- exactamente los mismos cuatro puntos centrales de la biografía de “Cristo el Señor” (Lc.2:11), como son: 1°- Su Nacimiento Virginal, declaración y confirmación de su Divinidad; 2°- Sus Enseñanzas Sobrenaturales e Incomparables; 3°- Su Muerte Sacrificial en la Cruz (no fatal); 4°- Su Resurrección al tercer día, como lo había anunciado repetidas veces a sus discípulos antes de su muerte (Mt. 20:19; Mr.10:34; Lc.18:33; Jn.17:5). “Por libros sagrados tienen los cristianos, libros de historia” (Marc Bloch)

3.- Porque los cuatro evangelistas toman los contenidos esenciales del Evangelio como destinatarios válidos y necesarios a cuatro culturas de la época: Mateo, se dirige a los judíos; Marcos, a los romanos; Lucas, a los griegos; y Juan, a una cultura universal del porvenir, la que en estas precisas condiciones socio-históricas estaba gestándose y asimismo cimentando el siglo I de la Era Cristiana, precisamente la cronología vigente, cuya significación ya ha sido anteriormente mencionada.    

4.- Porque los cuatro Evangelios resultan perfectamente congruentes con los cuatro puntos cardinales, específicamente ordenados por Dios al dividir en cuatro partes las 12 tribus de Israel, resultando: 3 al Oriente, 3 al Norte, 3 al Sur y 3 al Occidente. Todas teniendo como centro el Tabernáculo, punto de evidencia de la Presencia Visible de Dios mediante una nube luminosa sobre él (Ver A.T. Números Cap.2). Era un orden cardinal orientador obligatorio, pues nadie  podía perder su conciencia del único Dios Verdadero, ni su identidad nacional como único pueblo elegido e instruido directamente por Dios, ni menos aún perder el rumbo de su marcha hacia la Tierra Prometida, dada como única meta final desde el tramo inicial partiendo del antiguo Egipto.

CONCLUSIÓN FUNDAMENTAL: El Evangelio Cuádruple guarda perfecta concordancia con el principio objetivo de toda la Biblia: Continuidad Histórica y Unidad Doctrinal. Más alcances:

1.    Modernismo Cuádruple.

     Perdura una antigua doctrina cuádruple que ha llegado hasta nosotros con sus postulados de validez sobre el significado último de la existencia humana, declarada por cuatro hombres de la antigüedad: Mateo, Marcos, Lucas y Juan. No obstante, se interpone la curiosidad de si acaso sea pertinente identificar hoy alguna doctrina cuádruple con igual base histórica, declarada por cuatro hombres de la modernidad y que hayan impactado significativamente la presente civilización. Esto, aunque sean diametralmente opuestos a la antigua doctrina cuádruple gestora de la actual cronología que, de todas maneras, rige en el mundo actual.

   En un primer momento, hasta podría sostenerse que el surgimiento de un modernismo cuádruple, aparece en el pensar, sentir y hacer de cuatro hombres modernos: Darwin, Marx, Hitler y Stalin; por cuanto es posible identificar entre ellos una estricta relación lógica doctrinal trazada desde la unificación de un pensamiento común con una acción común; esto es, una perfecta relación de causa y efecto. Es posible distinguir entre ellos funciones determinadas: Darwin y Marx filósofo-científicos, Hitler y Stalin pragmático-ejecutivos.

   Pues, evidentemente el evolucionismo lleva al ateísmo y el ateísmo lleva a la acción de cometer horrorosos crímenes contra la humanidad. Procesos ideológico-doctrinales que aún los DD. HH. de 1948, no han sido suficientes para detenerlos y derogarlos categóricamente y definitivamente. (Texto publicado en Facebook, 23/5/2020)

2.                  Interesante. Nos encontramos ahora con la cuaternidad de Martín Heidegger, filósofo alemán existencialista. Son: el Cielo, la Tierra, la Divinidad, el Hombre. De aquí pasamos al “Meli Witran Mapu” de la cultura mapuche, concepto y conciencia que estuvo presente en el Pacto de Quillín de 1641, con la representación validante de una concurrencia procedente de los cuatro puntos cardinales del territorio araucano: Puel mapu – Oriente; Pikum-Norte; Willy, Sur; y Nag mapu-Occidente. La Biblia, en el Salmo 103:11,12, considera la Presencia y la misericordia de Dios sobre la humanidad: Cielo, Tierra, Oriente y Occidente, equivalen naturalmente a esa extensión. Fuera de toda duda, los Cuatro Evangelios tienen un valioso significado para los Cuatro Puntos Cardinales ya que la población mundial está esparcida y cubre toda la superficie del Planeta.

3.-  Los cuatro puntos cardinales adoptados del Campamento del antiguo Israel, nos resultan posible representarlos hoy, en el mundo moderno de la civilización occidental, sustituyendo las tres tribus de cada punto cardinal por tres respectivos principios, aunque con la siguiente diferencia: en lugar del Tabernáculo al centro, acá ahora se tiene como centro el servicio a la Humanidad entera lo que, por lo demás, era la finalidad implícita en la organización y marcha del pueblo de Dios. Señalamos: Oriente, tres principios histórico-sociológicos: Iglesia Local, Día Domingo, Matrimonio monógamo. Norte, tres principios filosófico-científicos: Dios Creador, Universo creado y Hombre criatura. Sur, tres principios de derecho bíblico-constitucional: derechos inalienables a la Vida, la Libertad y la Felicidad. Occidente, tres principios jurídico-políticos: Justicia, Ley, Derecho.

    Es admirable distinguir cómo los cuatro puntos cardinales no sólo tienen sentido práctico en el ordenamiento del Campamento y marcha de Israel, aplicados directamente por Dios; sino que lo tienen además en los Cuatro Evangelios, a través de aquellos cuatro principios funcionales derivados de éstos, dando así la impresión de estar rodeando y asegurando el acontecer de esta civilización, al tener como centro de servicio, protección y dirección hoy a toda la humanidad. Humanidad siempre en marcha hacia su perfeccionamiento, a la semejanza de “la aurora que va en aumento hasta que el día es perfecto”. Pues, esta civilización de trasfondo cristiano, aparece como inspirada, observada y regulada por cuatro referentes cardinales éticos, científicos, políticos y jurídicos plenamente funcionales al Estado de Derecho, Poder Judicial y Tribunales de Justicia en tanto Instituciones ejercidas por Profesionales de la ciencia del Derecho; por cierto, al servicio de ciudadanos protegidos por Derechos Constitucionales de libre opinión o deliberantes.

4.                  La psicología de orientación masiva, teniendo a la vista la marcha de un pueblo antiguo protegido directamente por Dios y la marcha de todos los pueblos de la tierra desde hace XXI siglos que, por cierto, ninguno de ellos va a la deriva del cuidado y Amor de Dios (Salmo 86:9). Al respecto, es inspirador volver a pensar la exactitud y perfección del relato histórico de Hechos 1 - 2 sobre la evidencia de la Resurrección de Cristo, su aparición por 40 días, su Ascensión, la aparición de dos ángeles y sus palabras confirmatorias no sólo de que era el mismo Jesús que estuvo en este mundo, el mismo que vieron subir al Cielo, sino además el mismo Jesús que volverá a esta tierra. Pero, no llega hasta aquí, ni termina aquí, el proceso Soberano de la revelación histórica progresiva de Dios a toda la humanidad. Tiene continuidad hasta su perfección, porque es Plan Soberano de Dios.

     Porque, ¿Qué hubiese ocurrido si después de 40 días de aparecérseles a los discípulos y a tanta gente, Jesús realmente hubiese desaparecido y nadie más hubiese tenido noticia alguna de Él? Ciertamente, todo se hubiese derrumbado, cual si todo hubiese caído a un abismo insondable, a un vacío de infinita oscuridad. ¿Qué de su Nacimiento Virginal y Divinidad, del Coro de ángeles que cantó ese acontecimiento sublime, de la Estrella luminosa de esa noche? ¿Qué de sus Enseñanzas Sobrenaturales e Incomparables, de su Muerte y Resurrección? ¿Todo nada más que leyenda, ingenioso ardid novelesco, como quisieran ateos, agnósticos y hasta religiosos? (Mt.28:11-15).

   Pero ¿Qué más hubiese ocurrido en tal caso? Sin duda, después de tanto esperar y desilusionados, los Apóstoles junto a esas más de 600 personas que lo estuvieron viendo y oyendo, se hubieran dispersado y no hubieran esperado otros 10 días más en el Aposento Alto, donde ocurrían aquellas “regulares y sorprendentes apariciones” de Jesús Resucitado durante 40 días. En tal supuesto caso, jamás hubiera ocurrido el glorioso día de Pentecostés, como ocurrió. Los representantes de más de 16 nacionalidades reunidas en esa fiesta de ese día, jamás hubieran visto lenguas de fuego sobre los apóstoles y discípulos ni hubieran escuchado fervorosas proclamaciones del Evangelio en 16 lenguas diferentes por el derramamiento del Espíritu Santo, como vieron y escucharon. Aquella multitud no hubiera escuchado el primer sermón resuelto, ferviente y explicativo del Apóstol Pedro acerca de la Vida, Enseñanzas, Muerte y Resurrección de Jesucristo, como oyeron y sintieron. No se hubieran arrepentido y convertido a Cristo aquel día “como tres mil personas”, como sucedió. No se hubiera expandido desde aquel mismo día el Evangelio de Cristo hacia unas 16 nacionalidades del mundo antiguo: Mesopotamia, Judea, Asia, Egipto y regiones del África, romanos, árabes, etc. ¡Oh, verdaderamente estamos aquí ante hechos históricos evidentes e “indubitables”, como dice el historiador Lucas en los capítulos 1 y 2 de Los Hechos.! Certeza absoluta de la Vida, Divinidad, Enseñanzas, Muerte y Resurrección de Cristo el Señor. Certeza absoluta de la Ascensión al Cielo del Señor Jesús tal como fue visto por testigos oculares, certeza absoluta de la aparición de dos ángeles que dijeron no sólo que era el mismo Jesús que vieron ir al Cielo, sino el mismo que volverá otra vez.

   En suma, sin Cristo el Salvador que es –Verdadero Hombre y Verdadero Dios- jamás el mundo hubiera contado con la Historia de la Iglesia Edificada por Él desde la diestra de Dios en el Cielo, conforme a la evidencia de su Resurrección y Ascensión (Ro.8:34; Dn.7:13). Jamás las ciudades de la cultura greco-romana hubieran visto surgir e instalarse en sus territorios tantas Iglesias Locales (Romanos, Corinto, Filipos, Éfeso..) con tanta gente con plena convicción de su salvación para la eternidad, por la sola fe en Cristo el Señor; jamás unos filósofos de Atenas hubiesen percibido que la filosofía cuenta con una plataforma irreductible en la unidad de una tríada indisoluble de: un Dios Creador, Universo creado y Hombre criatura de Dios, como la que escucharon de un Ministro y Embajador del Evangelio de Cristo, el Apóstol Pablo; sin la Iglesia de Cristo abriéndose paso en el tiempo histórico, jamás el poder del César y la reciedumbre del soldado romano se hubiera encontrado con el hombre íntegro que viéndose en desventaja y sabiéndose minoría, no renuncia a sus principios de fidelidad y, cual auténtico soldado, enfrenta resueltamente la muerte, porque sabe que al morir se presentará ante su Salvador, el Hijo de Dios, el Soberano de los Reyes de la tierra(Ap. 1:5), el Juez de vivos y muertos (Hch. 10:42); jamás la Historia Universal hubiese contado con un maravilloso, único y Sagrado Libro como es hoy el Nuevo Testamento de Nuestro Señor Jesucristo.

   En fin, sin la gloriosa Iglesia Edificada por Cristo, no tendríamos hoy una Historia Universal orientada en el tiempo cronológico de Antes de Cristo y Después de Cristo, esto es, el siglo XXI y año 2020 d. C.; en consecuencia, no tendríamos la Civilización Occidental que hoy predomina en el mundo siguiendo ininterrumpidamente la línea de tiempo histórico de la Era Cristiana; no tendríamos, entre otros, a un chileno, Académico en Historia, quien -asombrado, al examinar la singularidad y prosperidad de la presente civilización occidental- al final termina escribiendo un valioso y sugestivo libro con la interrogante: “Y Después de Occidente Qué?” (J. Retamal F.) Y otro francés, Académico en Historia (H. Pirenne), escribe su libro: “La Historia de Europa desde las invasiones hasta el siglo XVI”, aun estando bajo amenaza de muerte por el nazismo hasta que al final lo asesinaron; pero providencialmente su familia pudo conservar y publicar su manuscrito.

    Por lo visto, la historia del mundo y de las naciones, narrada o no, conocida o no, sigue su marcha imperturbable junto a los fenómenos de la naturaleza física. El siglo XV y XVI en Europa, es tiempo del Humanismo, Renacimiento y Reforma; tiempo de Maquiavelo, de Erasmo de Rotterdam, Martín Lutero; tiempo de despertar intelectual, de filosofía, de política, religión, de ciencias naturales, sociales, culturales, arte, literatura, de expansión y exploración geográfica del Planeta, descubrimiento de América, etc.; y hasta hoy, tiempo de ciencia y tecnología, de libertad, de democracia, de Universidades, de felices y espectaculares tiempos modernos; y no sólo a nivel del Planeta sino elevándose a incursionar el firmamento, más allá de la Luna que ya se alcanzó en 1969.

   Cerramos esta reverente reflexión sobre los Cuatro Biógrafos del único que pudo decir “Yo soy el primero y el último, y el que vivo; y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén” (Ap. 1:17,18); con dos palabras suyas.  De advertencia: “El que es injusto, sea injusto todavía; y el que es inmundo, sea inmundo todavía; y el que es justo, practique la justicia todavía; y el que es santo, santifíquese todavía. He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra” (Ap. 22:11, 12). De certeza: “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán” (Mt.24:35). SLM.

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