Nunca en la historia universal se había dado una situación de
preocupación y temor tan generalizado ante la muerte como ahora en nuestro
presente siglo XXI. Esto, de manera simultánea a nivel de continentes y
naciones. Pues, de un extremo a otro del mundo, estamos atentos por saber cuál
es la cantidad de muertos ocurridos diariamente en tal o cual nación de Asia,
África, Europa, América y Oceanía. Al parecer, hemos ingresado a una época
apocalíptica de ruina, confusión, destrucción y muerte causado por un poder asesino invisible llamado
coronavirus.
Desde este punto de vista, toda la humanidad
está de duelo, está de luto, por aquellos que repentinamente fueron llamados a
la eternidad dejando tras sí hogares sin padre, madre, hijos pequeños abandonados;
y todo cuanto se pueda decir de dolor, angustia y miseria ante una realidad
inimaginada como la que hoy azota al mundo.