* El Austral, Viernes 2 de Octubre de 2020, Sección Opinión.
Conservo el tema “Propuestas por Expertos en Seguridad Pública” (El Mercurio 5.3.20), pues resulta interesante conocer “¿Cómo se frena la violencia en las calles?”. Diríase que, entre éstas, es valiosa la del Profesor Sergio Salinas de UCH, esto es, los cinco principios observados al respecto en Suecia: “negociación, mediación, proposición, comunicación y percepción”.
Creo que, en el caso de Chile, operarían aquí algunos de esos principios, apelando a la conciencia de que los procesos sociales son de por sí lentos, sin dejar de reconocer que hay un notable progreso entre nuestro Bicentenario, 1810 – 2020. No es juicioso plantar y replantar un árbol para apurar su crecimiento. Claro, es deseable superar la desigualdad social para llegar a ser, por ejemplo, como Suiza; pero ésta tiene siglos de Constituciones democráticas garantizadas por la fuerza, unidad sociológica y estabilidad política.
Asimismo, creo que, por vía de negociación y proposición, se podría detectar e identificar a posibles instigadores de huelgas, revoluciones y estallidos sociales que, tal vez, se encuentren operando desde el mismo poder Legislativo, azuzando contra la Constitución del 80 por antidemocrática; pero están allí elegidos por el pueblo y tienen iguales honorarios millonarios, sin descuento alguno por ser vociferantes contra la democracia en acción.
Sorprende la histórica “gran huelga por un mes” de Mayo de 1968, en Francia. Ésta realmente, estaba inspirada por el comunismo marxista y los éxitos de la entonces triunfante Unión Soviética. Causaba división ideológica hasta entre grandes Académicos de la Sorbona: Reymund Aron sostenía “el hombre es razonable, los hombres (en multitud) no son razonables”. Jean Paul Sartre, decía “los anticomunistas son unos perros”. (Op. cit. Junio 2002). ¿Qué diría hoy el gran filósofo ver derrumbado su ídolo? ¿Y no es fanatismo hoy, por decir lo menos, intrigar estallidos sociales aun viendo ese mismo ídolo derrumbado?